Nos encanta ver los "antes y después" de las cocinas. Horrorizarnos con las fotos de las cocinas antes de la renovación, y contemplar cómo se transforman en estancias maravillosas que se convierten en el corazón de la casa.
Eso es lo que ha pasado con esta cocina, propiedad de Lily Sawyer y de su marido, David. La cocina en origen no había por donde cogerla. Armarios ineficientes, cajo es que no se cerraban, un suelo que parecía que siempre estaba sucio, cables y tuberías a la vista, un fregadero desnivelado que impedía que el agua se fuera por el desagüe... Lo que se dice un desastre de cocina.
Lo primero, un cambio sin obras
Lo primero que Lily hizo fue hacer cambios en los que no había que hacer obras. Por ejemplo, sobre el suelo, puso un vinilo ajedrezado en blanco y negro, aunque algún día quiere poner baldosas de verdad. También pintó las paredes, y puso un llamativo papel pintado con estampado botánico para meter el bosque en la cocina.
De forma coordinada, instaló unas cortinas romanas a juego también, con terciopelo con estampado botánico. Junto a la mesa de la cocina circular pintada en verde, tapizó las sillas y un taburete con estampado con hojas, mientras que un banco lo tapizó con terciopelo verde también. Como respaldo, Lily preparó un respaldo DIY pegado a la pared, forrado también en el mismo terciopelo con estampado botánico.
Para los armarios eligió un tono claro de inspiración vintage para que hiciera contraste con la potencia del papel pintado, mientras que los electrodomésticos son de la firma Smeg, y están inspirados en la década de los años 50. A los armarios les puso tiradores retro de latón.
Fotografías | Instagram de Layedred.home
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