Las oficinas de Just Eat en Inglaterra están situadas en la impronunciable localidad de Borehamwood, al norte de Londres. Han sido diseñadas por el estudio The Interiors Group, que han buscado recrear en su interior un pequeño pueblo que representara a los clientes a los que sirve esta compañía de comida a domicilio.
Así, los espacios públicos de estas oficinas están diseñados como si fuera una calle, con árboles, paredes de ladrillo, ventanas y puertas de exterior... Mientras que cada sala de reuniones o de trabajo está decorada según un estilo decorativo completamente diferente, haciendo así referencia a la variedad de casas a las que reparten comida.
Dentro de estas oficinas podemos encontrarnos en una sala decorada como lo hubiera estado cualquier salón en los años 60 y 70, mientras que en la contigua será como entrar en la casa de una típica abuelita británica.
Incluso hay una gran sala de reuniones que recuerda a un club de caballeros ingleses, con sus paredes acolchadas, sus sillas con altos respaldos... si hasta una lámpara tipo candelabro cuelga del techo.
Otra de las zonas importantes de estas oficinas es la cocina, como no podía ser de otra manera. Se trata de un gran espacio un tanto irregular dominado por una barra con taburetes. A pesar de ser una estancia abierta, la zona de cocina está muy bien delimitada por un suelo que imita al de las cocinas antiguas, dándole un punto retro muy atractivo.
También me gusta especialmente la elección de las sillas a lo largo de toda la oficina. Aquí en la cocina encontramos unos taburetes muy originales, pero también sillas metálicas con un toque industrial, cuyos taburetes a juego encontramos en otras partes de este espacio para trabajar un tanto ecléctico.
Tampoco podía faltar en cualquier espacio moderno que se precie alguna sala de reuniones con la clásica silla DSW del matrimonio Eames, o unos cuantos sofás Chester, destacando especialmente el decorado con la bandera británica de la recepción.
Desde luego las oficinas de Just Eat en Inglaterra son un peculiar e interesante espacio para trabajar. Quizás se ha abusado un poco de querer darle demasiada personalidad y, por momentos, no se acaba de percibir el hilo conductor que une el batiburrillo de estilos. Pero aún así, mucho mejor que cualquier cubículo.
Vía | Office Snapshots
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