La poinsettia o flor de Pascua es una de las plantas más típicas de estas fechas gracias al colorido que aportan sus hojas a la hora de decorar cualquier estancia o negocio. El problema para muchos es que esta planta no les suele llegar al final de Navidad, ya que a veces sus coloridas hojas se ponchan y acaban cayendo.
Al margen de comprar una planta sana, es importante darle los cuidados que las poinsettias necesitan. Y uno de los cuidados que más dudas suscitan entre las personas que tienen a estas plantas en casa es el riego.
Cada cuánto hay que la poinsettia
Realmente, no nos extraña nada que la gente dude sobre cuándo hay que regar esta planta típicamente navideña, ya que tanto la falta de riego como el exceso pondrán en peligro la vida de la flor de Pascua. En este punto, hay que señalar que el riego va a depender de la época del año en la que nos encontremos.
Saber cuando hay que regar una planta es esencial ya que tanto la falta de riego como el exceso son dos problemas que pueden acabar con la flor de Pascua. El riego de la Poinsettia dependerá de la época del año en la que nos encontremos.
Ahora en invierno, la flor de Pascua está en pleno proceso de floración, y por eso necesita más recursos, y más agua. De esta manera, deberás regalar un par de veces a la semana. Es importante que el sustrato esté siempre húmedo, pero no encharcado. Si la planta te sobrevive al invierno (doy fe de que es posible), deberemos reducir el riego en verano. Con una vez a la semana bastará, salvo que vivas en una zona seca; entonces, deberás regarla con mayor frecuencia.
Cómo regar la poinsettia
Dado que la flore de Pascua es un poco delicada con el riego, lo mejor es que tome ella el agua que necesite. Y por eso, lo ideal sin duda es regarla por inmersión, siempre que la maceta tenga agujeros de drenaje en el fondo. Llena el plato de la maceta con agua, y deja que la planta absorba el agua que necesita.
Deja la planta con el plato con agua durante diez minutos aproximadamente. Este sistema es bueno porque además, no conviene mojar las hojas, ya que no soportan el exceso de humedad. De hecho, no deberías pulverizar agua en las hojas.
Las hojas de tu flor de Pascua te darán señalas de si el riego es el correcto. Si ves que las hojas están algo caídas, y mudan su color al amarillo o el marrón, tu planta se está secando y necesita más agua, aunque también puede ser que está cerca de una fuente de calor, o que está recibiendo sol directo.
En cambio, si a tu flor de Pascua se le están cayendo las hojas, o las tiene blancas, seguramente tiene un problema de exceso de agua, por lo que deberás ajustar el riego.
Fotografías | Nika Benedictova en Unsplash, Jessica Fadel en Unsplash
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