Nos encanta llenar de plantas terrazas y jardines en verano. Puedes elegir entre plantas trepadoras, plantas con flor, cactus... hay mil y una especies para dar el toque especial que tus zonas de exterior necesitan. Y si te gustan las plantas con floración espectacular y prolongada en el tiempo, hoy te traemos una especie que te encantará: las lobelias.
Porque además de bonitas, son muy resistentes. Las flores de la lobelia tienen un encantador azul brillante, aunque dependiendo de la especie también pueden ser rojas, blancas, púrpuras o incluso rosadas. Florece desde la primavera al otoño, y si está protegida del frío, hay especies que también pueden florecer en invierno.
Cómo cuidar la lobelia
La lobelia es una planta de exterior resistente que no precisa de grandes cuidados. Aún así, es conveniente saber lo que le gusta, y lo que no. Y para eso te hemos preparado esta miniguía con todos los cuidados que debes darle a tu lobelia.
Para empezar, las lobelias necesitan mucha luminosidad, ya sea a pleno sol, o en semisombra. En caso de que vivas en una zona de mucho calor, es mejor que la planta esté protegida en semisombra en las horas centrales del día.
El riego de esta planta debe ser moderado cuando la planta está en su etapa de crecimiento, y algo más abundante en su etapa adulta. Lo importante es que el sustrato nunca esté seco del todo. Debes evitar encharcarla, y tampoco hay que regar las flores, ya que podrían estropearse ¿Lo mejor? Regar por la base.
Para evitar los encharcamientos, es mejor que le proporciones un sustrato drenado. Además, le gusta la humedad ambiente. De hecho, si tu zona es muy seca, podría ser atacada por la araña roja. Y si ves que las flores se marchitan antes de tiempo, no lo dudes: le falta el agua.
En lo que respecta al abono, puedes echarle un fertilizante líquido de uso general cada dos semanas durante la temporada desde el final de la primavera para potenciar así la floración.
Para acabar, además de la mencionada araña roja cuando haya sequedad en el ambiente, las lobelias también pueden verse atacadas por plagas como los pulgones de la flor y por áfidos. Estas dos plagas puedes controlarlas con un spray de agua a presión, o con insecticidas. Tampoco puedes olvidarte del peligro que suponen caracoles y babosas. Para proteger a tus plantas, puedes poner barreras físicas.
Fotografías | Nikki Son para Unsplash
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