Las orquídeas son una de las plantas con flor más populares. Sobre todo, en esta época del año, cuando han sido el regalo predilecto para el día de la Madre. A primera vista, parece una planta delicada y que incluso provoca cierto miedo a la hora de cuidarla y sobre sí seremos capaces de mantenerla en casa.
Pero realmente, las orquídeas son plantas agradecidas y más resistentes de lo que pensamos si seguimos una serie de sencillos consejos ¿Pasamos a verlos? Comenzamos con esta pequeña guía para cuidar las orquídeas y que se mantengan sanas y bonitas como el primer día.
Los mejores consejos para cuidar de tus orquídeas phalaenopsis
Luz
Nuestro primer consejo para que una orquídea phalaenopsis (24,95 euros) crezca y se mantenga sana es que tenga luz; mucha luz si quieres ayudarle en la floración. En el caso de las orquídeas moradas, lo mejor es colocarlas cerca de una ventana o terraza, pero siempre evitando el sol directo en sus hojas.
Orquídea Natural Phalaenopsis Planta de Grandes Flores
Temperatura constante
La mayor parte de las orquídeas detestan el frío, así que necesitan una temperatura templada constante. Para ellas, su temperatura ideal oscila entre los 22º del día y los 16º-20º de la noche. En invierno es fundamental que tu planta no pase frío, ya que podría no llegar a la primavera. También es importante que la estancia donde la tengas tenga una buena ventilación.
La mayoría de las orquídeas no resisten al frío, por lo que necesitan una temperatura templada constante. La temperatura ideal para esta planta va de los 22 ºC durante el día a los 16 o 20 ºC por la noche. Vigila que en invierno la temperatura que rodea a tu planta no baje demasiado, podría serle fatal. Una buena ventilación es fundamental para que tu planta pueda crecer sin problemas y florecer año tras año.
Necesitan humedad
El tercer punto a tener en cuanta para que tu orquídea tenga buena salud es la humedad. Esta especie es una planta tropical, así que como imaginarás, necesita un alto nivel de humedad que debe oscilar entre el 50% y el 80%. Para mejorar el nivel de humedad, puedes hacerte con un humidificador, o vaporizar sus hojas (pero cuidado, siempre sin mojar sus flores).
Respecto al riego: es importante diferenciar entre humedad y riego. Porque aunque a las orquídeas les gusta la humedad, lo cierto es que no necesitan de demasiada agua para vivir. De hecho, soportan mejor la falta de agua que el exceso de riego. En este sentido, puedes regarlas un par de veces a la semana en primavera y verano, cuando veas que el sustrato está ya seco. En cambio, en otoño e invierno, bastará con un riego cada dos semanas.
El riego es mejor hacerlo por inmersión durante 15 minutos, dejando que la planta escurra bien antes de volver a colocarla en el cubre macetas. Y un consejo: si vives en una zona con el agua muy dura, lo más recomendable es que para regarla utilices agua filtrada, o de lluvia. También es importante que el agua del riego esté templada, nada de echarle agua fría.
Otros consejos
Tu orquídea necesitará un fertilizante especial para orquídeas (7 euros) para activar su floración. También necesitará que le cambies el sustrato cada dos años, entre finales de verano y principios de otoño. Y si además ves que las raíces sobresalen, o que incluso rompen la maceta de plástico, deberás trasplantar la orquídea a una maceta más grande.
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Fotografías | Josephine Baran para Unsplash, Maira Salazar para Unsplash,
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