El Rhipsalis es un tipo de cactus colgante que tiene unos cuidados algo distintos a los cactus con espinas que solemos tener en casas y oficinas. Estas crasas es originaria de zonas tropicales y subtropicales del centro y sur de América, África y algunas islas del Índico.
Tiene tallos largos y delgados que pueden ser cilíndricos, redondos... y produce pequeñas flores, por lo general en color blanco o amarillento, e incluso algunas especies producen bayas ornamentales.
Cómo cuidar el Rhipsalis
Para empezar, debes saber que dado que es una planta tropical, estos cactus no necesitan demasiada luz. Les hace falta luz, pero debe ser indirecta, o tamizada. De hecho, debes tener cuidado de exponerlo a la luz directa del sol, sobre todo al medio día. El sol puede quemar sus tallos.
Respecto a la temperatura, esta especie le gusta que sean moderadas. No hay que dejar que esté por debajo de los 10ºC, y debes tener en cuenta que si las temperaturas bajan de -1ºC, tu planta puede llegar a morir. También hay que evitar situarlo en un lugar donde sufra corrientes de aire.
Esta planta necesita riegos regulares en primavera y verano, aunque sin pasarse ni encharcar el sustrato. Lo mejor es que la tierra se seque parcialmente entre riegos. Además, en otoño, y en invierno hay que suspender el riego, ya que el Rhipsalis entra en periodo de descanso. En verano también hay que proporcionarle humedad ambiental.
Para que este cactus crezca saludable, también necesitará un fertilizante líquido para cactus y suculentas que deberás aplicar en la época de crecimiento.
Fotografía de portada | Julia Smklv para Unsplash, Skylar Kang para Pexels
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