Las modas van y vuelven. Terciopelos, dorados, el terrazo e incluso el gotelé parecían cosa del pasado, y ahora están de plena tendencia. El mundo de las plantas tampoco se escapa de ese maremagnum de modas y tendencias.
Plantas que eran comunes en las casas de los 60, los 70 y los 80, y que luego desaparecieron, y ahora vuelven a verse de nuevo dentro de esa tendencia al alza de llenar nuestras casas de flores y plantas. Las aspidistras, o las lenguas de suegra, son algunas de las plantas viejunas que vuelven a verse en casas y en las redes sociales de los amantes de las plantas.
La violeta africana: cómo cuidarla
La violeta africana es otra de esas especies de plantas que antes eran muy comunes en casa, en macetas de cerámica blanca, situadas sobre la mesa de centro, o en una mesa auxiliar situada cerca de una ventana. Hoy, vuelven a estar de moda gracias a sus vivos colores y a una floración que extiende durante todo el año si se cuida adecuadamente.
La violeta africana, o Saintpaulia, es una planta perenne original del este de África. Sus hojas, de forma redondeada o acorazonada, son gruesas y de un color verde intenso. Como peculiaridad, tienen algo que se asimila a unos pelillos. Las flores pueden ser de color violeta, rosadas, blancas o blancas. Y tienen unos estambres amarillos donde se acumula el polen que las hace inconfundibles.
A la hora de cuidar a esta planta, sin duda hay que remarcar especialmente que hay que tener mucho cuidado con el agua. Y especialmente, con el exceso. De hecho, hay que tener cuidado con no pasarse con el riego, y evitar mojar las hojas y las flores para que no se pudran.
Respecto a la periodicidad de los riegos, en primavera y verano hay que regalarla una o dos veces a la semana, mientras que en otoño puedes regarla una vez a la semana, y en invierno, incluso una vez cada 15 días. Este calendario de riegos es orientativo, porque depende de las temperaturas y de la humedad de tu casa; lo importante es que la planta tenga siempre un bien nivel de humedad, aunque sin encharcar nunca el sustrato.
En este sentido, sin duda, lo mejor es que coloques la maceta sobre un plato con agua durante 20 0 25 minutos para que absorba el agua que la planta necesita, retirando el agua sobrante. Para mantener la humedad que la planta necesita, puedes colocar un plato con agua, y guijarros, evitando que el agua toque la maceta y la tierra. Busca también una maceta y un sustrato con buen drenaje para evitar encharcamientos y el exceso de agua. Y ya que hablamos de macetas, es mejor que sea una maceta pequeña, ya que si es una maceta grande, la planta no florecerá con fuerza hasta que sus raíces no colonicen todo el sustrato.
Una vez que hemos visto el tema del riego, el segundo tema de importancia para que tu violeta africana crezca feliz es la ubicación. Lo mejor es que la coloques e una estancia con mucha luz, aunque siempre protegida de los rayos del sol. En los meses de menos luz, puedes colocarla cerca de una ventana.
En los meses de verano, recuerda que esta planta sufre mucho con el calor extremo, por lo que deberás colocarla en los meses de verano en un lugar más fresco.
La ubicación de la violeta africana es fundamental para que ofrezca flores durante más meses. Esta planta de interior con flor necesita una ubicación en una habitación muy luminosa, pero protegida de los rayos del sol. Durante el otoño y el invierno sí que puedes colocarla cerca de la ventana.
Respecto al los fertilizantes, al ser una planta con una floración prolongada, necesitará que le des la energía que necesite. Utiliza un abono para plantas con flor cada tres semanas (a poder ser que lleve potasio, fósforo y nitrógeno), y mézclalo con el agua de riego.
Fotografías | Sixteen Mile Out para Unsplash, Corina Bianca Alb para Unsplash
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