Cómo podar el hibisco para obtener una planta fuerte y flores abundantes cuando llegue el verano

Para favorecer el desarrollo de la hibisco hay que hacer una poda controlada

Hibisco
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El hibisco es una planta con flor alegre y colorida que llena de vida nuestros jardines en verano. Pero para que en los meses de calor luzca esplendorosa, hay que proporcionarle determinados cuidados. Y dentro de esos cuidados, la poda es fundamental si queremos que la planta esté saludable y que renazca con fuerza al llegar la siguiente primavera.

Cuando hay que podar el hibisco

A la hora de podar los arbustos de hibisco hay que buscar la época en la que están inactivos. Es decir, el invierno, o al comienzo de la primavera, y una vez que creamos que han pasado las temperaturas más bajas. De esta manera podremos eliminar las ramas que están dañadas o muertas a causa de las heladas y del frío (no hay que olvidar que el hibisco lleva fatal el frío).

Si podamos la planta entre finales de febrero y principios de marzo permitiremos que la planta se recupere y comience a crecer con la nueva temporada. En caso de que tu hibisco florezca repetidamente y tenga botones florales al comienzo de la primavera, lo mejor es esperar al final de la primera floración para podarlo, ya que corres el peligro de eliminar posibles flores nuevas.

Cómo podar el hibisco

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A la hora de podar el hibisco, hay que realizar esta tarea ligeramente evitando cualquier poda intensa. Tan solo hay que eliminar los brotes y ramas enfermos, muertos o dañados. También debes eliminar las ramas que se cruzan entre sí y recortar aquellas que crecen en direcciones no deseadas para ir moldeando el arbusto a nuestro gusto.

Para poder el hibisco, primero tendrás que desinfectar las tijeras de podar para no dañar la planta ni propagar posibles enfermedades. Corta desde la base las ramas muertas o enfermas. Haz el corte unos 10 cm por encima del sustrato para fomentar el nuevo crecimiento. 

Para las ramas demasiado largas, o que rompen la forma que quieres darle, puedes podar hasta un tercio de su longitud. También hay que eliminar las flores o capullos viejos y muertos para estimular el crecimiento de nuevas flores en su lugar. 

Fotografía | Jeffry Surianto para Pexels, Soff Garavano Puw en Unsplash

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