Estética, vértigo y seguridad

Estética, vértigo y seguridad
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Tengo vértigo. No puedo soportar las alturas. Un escalofrío me recorre las piernas al asomarme a un tercer piso, y si la altura es considerable la vista se me nubla. Ya sabéis uno de mis puntos débiles… Es por eso que cuando veo modernas escaleras sin barandilla, o con peldaños suspendidos me pregunto cómo sería mi vida allá, subiendo y bajando pegada a la pared como una lagartija temblorosa.

Imaginad cómo se me ha puesto el cuerpo al ver la terraza de esta bonita villa normanda; una limpia superficie de madera, tan limpia que ni siquiera tiene barandilla. La caída, alrededor de tres metros, es suficiente para conseguir un brazo o una pierna rota. Me pregunto entonces qué ventajas tiene diseñar sin atender, no ya al vértigo, sino a la seguridad. ¿Merece la pena exponerse a un accidente en aras de la estética depurada?

Supongo que en la casa no habitarán niños, y que si vienen de visita la parte de arriba les estará vedada. Para colmo de males en uno de los extremos han instalado una colchoneta, una siesta de verano al borde del abismo…

Vía | MoCo Loco
Más información | Franklin Azzi Architecture
En Decoesfera | Decora tu terraza: La seguridad, una norma muy importante

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